Los cofres de madera tiene forma de cajas cerradas donde se guardan objetos personales. Piezas de carpintería talladas y decoradas por dentro y por fuera. Muchos cuentan con un broche o cerradura para limitar el acceso. Hechos por artesanos con manos expertas son de mucha utilidad.
Los cofres de madera también son conocidos como arcón, arcas, baúl o maleta. En ellos conservamos objetos de valor material o sentimental, una carta, una foto antigua, un diario, anillos, pulseras, collares, aretes, o un pequeño regalo. Todos tenemos secretos que proteger, por lo que tener un cofre de madera donde guardarlo es ideal.
Si ya tienes uno, piensa que puede ser un buen regalo para un familiar o amigo. Aquí vas a encontrar una gran variedad de ellos…
Cronología de los cofres de madera:
Los primeros cofres se descubren en tumbas egipcias en el siglo XV a.C. aunque han variado en sus diseños y funciones, han sobrevivido a través del tiempo.
Son simples cajones cerrados con patas largas para guardar, comienzan a ser decorados con metales como el cobre o pintados. Más tarde aparece la cerradura y la llave de bronce o hierro.
En la Edad Media se recubren con piel o tela pintada y se refuerzan con herrajes. Los cofres adquieren importancia en la vida de las personas de clase alta, siendo una pieza principal de las habitaciones. Se crean muebles de lujo con materiales de marfil, plata y bronce esmaltado, para guardar joyas y reliquias.
En el siglo XIV surgen los cofres de madera adornados con figuras en relieves, repujados e incrustaciones. Durante tres siglos se mantuvo esta costumbre hasta que surgen las cómodas y armarios, dejando se ser el cofre un mueble de lujo.
Para el siglo XVI las arcas o cofres de Florencia y Venecia eran las más elegantes. Se pusieron de modas los cofres nupciales. Estos eran enviados por el novio su prometida antes del matrimonio, allí se guardaba el ajuar. El día de la boda servía de maleta para trasladas las pertenencias al nuevo hogar.