La miel de abeja es un producto creado por las abejas a partir del néctar de las flores y excreciones de insectos chupadores de plantas. Se consume desde tiempos remotos, no solo por su rico sabor, sino también por sus cualidades energéticas, digestivas y reconstituyentes. Es un producto natural de alta calidad que no tiene contaminantes.
El uso de la miel de abeja es muy beneficioso para la salud debido a sus múltiples propiedades, aunque es utilizada comúnmente como endulzante o edulcorante. Se emplea en la elaboración de productos de repostería y cocina como biscochos, pasteles y almíbares.
A partir de la miel se elaboran vinos blanco, rosado y tinto, con la ventaja de que en su preparación no se necesita azúcar. Además, se usa como acompañante de tostadas y panqueques, así como aditivo en diferentes bebidas como el té, jugos y la elaboración de hidromiel.
Propiedades terapéuticas
La miel de abeja tiene un alto contenido calórico debido a sus azucares simples, por lo que es usado como fuente de energía en sustitución del azúcar. Tiene innumerables propiedades terapéuticas tanto si se bebe como aplica sobre la piel o el cabello. Con efectos cicatrizantes, limpiadores, hidratante, antisépticas, regenerativos, suavizantes, astringentes, antioxidantes y antimicrobianas.
Esto hace que la miel sea uno de los ingredientes naturales más preciados en el empleo de tratamientos de belleza, cosmética natural, jabones, tónicos, limpieza facial, cremas y máscaras y champú. También se emplea en medicina tradicional. La miel es rica en vitaminas, enzimas, minerales y aminoácidos, todos favorecen el cuidado y embellecimiento de la piel. Proporciona hidratación, regeneración y nutrientes, revitaliza y regenera las células muertas. Puedes leer también tratamientos de belleza en casa.
Un dato curioso es que en la antigüedad la miel de abeja se empleaba para conservar los cuerpos humanos y evitar su descomposición, debido a su alto contenido de azúcar mata las bacterias.
Tratamientos con miel de abeja
Si se aplican con regularidad ayuda a contener las líneas de expresión y retrasa las arrugas.
Para el rostro: Dentro de los tantos beneficios que producen la aplicación de la miel para la piel están que es un perfecto exfoliante, antibiótico y humectante. Siempre aplica con el rostro limpio y no más de 15 minutos.
Con una cucharada de miel y 3 aspirinas diluidas en agua tibia, forma una mezcla y aplica frotando suavemente en forma circular. Es un perfecto exfoliante, desinflama y mejora la apariencia.
Con 4 cucharadas de polvo de avena disueltas 4 cucharadas de agua tibia y 2 cucharadas de miel forma una pasta homogénea y aplica sobre el rostro dando masajes suaves. Ayuda a eliminar el acné, te sorprenderás de los resultados.
Con 2 cucharadas de miel y una de aceite de coco forma una mezcla y aplica sobre el rostro, un perfecto exfoliante y tensa la piel.
Para el cabello: Si quieres tener un cabello sedoso y suave el mejor consejo es que apliques miel sobre el cabello. Te asombrarás de los resultados al paso de los días. El método a emplear es el mismo. Mezclar miel con uno de los componentes que más abajo te explico. Siempre con el cabello mojado, dar un suave masaje en el cuero cabelludo y extender la mezcla por todo el cabello. Colocar un gorro de baño y dejar actuar por 30 minutos, al cabo de ese tiempo lavar el cabello con agua tibia y champú. Puede hacerse dos veces por semana en los primeros días.
Para el cabello dañado y sim brillo, hacer una mezcla de 3 cucharadas de miel con tres de ron. Si tu problema es que tienes el cabello graso, une 3 cucharadas de miel con el zumo de un limón. Para el cabello seco debes emplear 3 cucharadas de miel con una yema de huevo haciendo una mezcla homogénea.
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